El nuevo técnico del Barcelona impone el rigor como primera premisa para recuperar el brillo perdido.
El talento no sirve para nada si, detrás, no hay una estructura firme. Unas normas que le permitan brillar. Un orden. Eso, Xavi Hernández, uno de los mejores centrocampistas de la historia del Barcelona y nuevo técnico azulgrana, lo tiene clarísimo. De ahí que insistiera una y otra vez a lo largo de su presentación en que impondrá una serie de reglas en el vestuario. De obligado cumplimiento. Para todos. Si, para recuperar la senda de triunfo, debe convertirse en un sargento inflexible, lo hará. Y, a partir de allí, confía en saber recuperar de nuevo el esplendor de antaño.
«Por mi experiencia, cuando hemos tenido normas y exigencia, hemos ido bien. Cuando no, no ha sido así», explicó el nuevo técnico barcelonista. «Trabajo, exigencia, normas… Tenemos un plan de ruta y lo seguiremos a rajatabla, para que el futbolista se sienta cómodo y pueda rendir», recalcó.
En su particular manual de estilo, por mucho que hablara de huir de cualquier ismo, hay mucho cruyffismo. «Es un poco la idea de Cruyff, mi primer defensa es el delantero y mi primer atacante es el portero. Tenemos que ser un bloque, lograr que todo el mundo se sienta bien y protegido tanto en defensa como en ataque. Hay que trabajar, para que sepan qué hacer en cada momento dentro del campo», aseguró. Lo que prima es el concepto de juego. Más incluso que la táctica.
«Más que el sistema, es la idea, el modelo de juego. Trataremos de dominar a través del balón para poder ganar», apostilló. Sabe, muy bien, que la afición azulgrana es muy exigente. Pero eso, desde luego, no le asusta. «El Barça es el club mas difícil del mundo. Hay que jugar bien y ganar, hay que convencer, no basta con el 1-0. Tenemos que volver a la exigencia y, de esta manera, intentar volver a la excelencia», reiteró.
Es inevitable, por mucho que la situación del equipo sea ahora más complicada, que muchos vean en él la mejor forma de recuperar las sensaciones que se vivieron cuando Pep Guardiola, hace más de 13 años, tomó el mando del banquillo. Una analogía que es a la vez un halago y una trampa. «Que se me compare con Guardiola ya es un éxito, por todo lo que le ha dado al fútbol y al Barça. Fue un modelo como jugador y lo está siendo como técnico. Para mí, es el mejor entrenador del mundo y puede que cualquier comparación, en este momento, sea negativa para mí. Al final, serán los resultados los que dirán si lo hacemos bien o no», resumió.
VETERANOS
Desde su punto de vista, que aún estén en activo jugadores con los que compartió vestuario en su etapa como futbolista es una ventaja. Aunque, eso sí, no habrá ningún tipo de favoritismo: «Tengo varios amigos dentro de la plantilla y precisamente son a los que apretaré más. Son muy importantes, tienen experiencia, sé qué pie calzan, conozco sus virtudes y sus defectos. Tienen que tirar del carro, pero serán uno más. Todo el mundo parte de cero», aseguró un Xavi que tiene muy claro qué hay que hacer con Ousmane Dembélé.
«Puede ser el mejor del mundo en su puesto. Tiene que ser feliz, tenemos que trabajar con él, pero posee condiciones como para ser un crack mundial. Depende de él y le tenemos que ayudar. La renovación de su contrato es prioritaria, está claro», advirtió el técnico.
Ahora, es uno de los muchos lesionados que tiene el equipo. Un tema que, cómo no, preocupa a Xavi. «Lesiones va a haber toda la vida, pero es evidente que hay demasiadas. Quizás hay que entrenar mejor, no sé qué se hacía hasta ahora», recalcó el técnico, para quien la cuestión del liderazgo en el césped, sin Messi, debe ser un tema colectivo. «Leo era un líder en el campo, Iniesta también; aunque fuera de él era más tímido, dentro siempre quería la pelota. Puyol era un líder dentro y fuera del césped. No podemos centrar la exigencia en una sola persona, es importante que haya diferentes liderazgos y les daremos las herramientas para que sea así», señaló.
El presidente, Joan Laporta, mientras, aseguró estar viviendo un día histórico para el club y le lanzó un tremendo dardo a LaLiga y sus suspicacias ante la llegada del técnico y los números aprobados. «Nos lo miran todo con lupa, no será nada nuevo. Si quieren revisarlos, los libros están abiertos. Y en cuanto al fair play, no tenemos mucho margen salarial, pero lo tenemos», sentenció.