Después de cuatro derrotas consecutivas en el nuevo San Mamés, el Rayo de Andoni Iraola se dio una tremenda alegría merced a un gol de Radamel Falcao en el minuto 96. El cabezazo del colombiano dejó con un palmo de narices al Athletic y coronó la ambiciosa propuesta de los vallecanos, que nunca se conformaron con el empate y sujetaron las acometidas locales gracias a su buen trato del balón.
En una noche lluviosa, en la que Iraola regresaba al estadio que tanto le idolatró, Falcao resolvió con un remate picado, tras un tenso envío de Bebé desde el perfil derecho. Y eso que apenas llevaba 20 minutos sobre el césped, al que había entrado en sustitución de otro ex jugador del Athletic: Unai López. La ovación para el futbolista de Rentería se mezcló con el temor hacia el delantero que había decidido la final de la Copa de la UEFA de 2012 con un doblete en Bucarest.
El Tigre de Santa Marta confirmó los peores presagios para la hinchada del Athletic y ofreció justa recompensa a la propuesta de Iraola, uno de los técnicos que más ha sorprendido en este arranque liguero. La presión alta del Rayo, combinada con el exquisito aplomo de un central como Alejandro Catena, fueron algunas de las señas de identidad visitantes. Desde el madrugador 0-1, obra de Álvaro García con un sutil toque ante la salida de Unai Simón, el Athletic nadó contra la corriente.
Ni siquiera el gol en propia puerta de Pathe Ciss, pasada la media hora, pareció activar a los hombres de Marcelino García Toral. La habitual intensidad del Athletic no iba a intimidar al Rayo, que nunca parecía conformarse con el reparto de puntos. En el tercer minuto del tiempo añadido, un centro de Iñaki Williams no pudo ser cabeceado en condiciones por Jon Morcillo. En la siguiente acción llegaría el acierto letal de Falcao.
Las cuatro últimas jornadas, saldadas con tres triunfos y un empate, confirman el crecimiento de este Rayo, con la velocidad de Isi Palazón en el perfil derecho y la sutileza de Santi Comesaña en el mediocentro. La primera derrota del curso del Athletic fue aceptada sin miramientos por sus aficionados, que quizá anden imaginando ya un futuro a medio plazo con Iraola en el banquillo de San Mamés.