El día que fue presentado, un caluroso 19 de julio de 2018, Luis Enrique ya dejó muy claro lo que iba a hacer con la selección. Si no, basta con recordar algunas frases:
-Tengo ganas de dar mi primera lista; habrá sorpresas seguro.
-Viene gente por detrás a la que vamos a dar confianza.
-He hecho una primera lista por hacer y me han salido 70 jugadores.
Pues Luis Enrique ha cumplido su palabra. No ha habido una sola citación en la que no haya habido sorpresas, camina hacia ese primer plantel de 70 jugadores y, sobre todo, le ha dado confianza a esa gente que venía «por detrás». De hecho, el miércoles en San Siro hizo debutar a Gavi, para la historia ya como el jugador más joven en ponerse esa camiseta, con 17 años y 62 días. «No es que sea el futuro, es que ya es el presente de la selección», advirtió el técnico asturiano sobre la misma hierba de San Siro, que asistió a los debutantes números 26 y 27 (Yeremy Pino) de la era Luis Enrique.
Los números hablan: en los 32 partidos que lleva dirigiendo a España, el entrenador ha llamado a 63 futbolistas diferentes, y de ellos, 27 han estado por primera vez en Las Rozas. Es decir, el 42,8% de los llamados eran nuevos. Por situar a Luis Enrique en el contexto de la historia, ese porcentaje en sus predecesores siempre fue menor excepto en el caso de Vicente del Bosque, que estuvo ocho años y, por lo tanto, casi no es comparable. Con Robert Moreno, sólo el 16% de los llamados fueron nuevos. Con Lopetegui, el 27,2%. Con Del Bosque, escrito está, fueron el 79%, y con Luis Aragonés, que estuvo cuatro años y también hizo una revolución, fueron el 55%. «Yo no miro el DNI», suele decir el técnico, que este jueves permitió a sus chicos comer fuera del Hotel Meliá Milano y les dio la tarde libre para que pudieran distraerse un poco.
Dicen quienes están cerca de él que las apuestas extremas seguirán. «Y las que quedan», anuncian, porque si algo tiene claro el asturiano es que no quiere un equipo tipo, no quiere un bloque. Quiere unos 40-50 jugadores intercambiables entre sí, aunque sí es cierto que media docena parecen haberse asentado. A falta de conocer las que están por venir, las locuras, casi todas benditas, de Luis Enrique son estas:
UNAI SIMÓN
En septiembre de 2020, en su primera lista tras regresar a la selección, Luis Enrique llamó por primera vez a Unai Simón. Tras no oler la hierba en los primeros cinco partidos, de repente, ante Holanda en un amistoso en noviembre, le puso. En ese momento, Unai llevaba apenas un año como titular en el Athletic, un equipo que no se caracterizaba por muchas porterías a cero (10 en 34 partidos en la 2019/2020). En ese momento, era un portero más de Primera División, y mientras todo el mundo debatía si Kepa o De Gea, de repente el juego con los pies de Simón (24 años) enamoró al seleccionador, que lo ha puesto en los últimos 17 partidos. Ni siquiera la pifia contra Croacia en octavos de la Eurocopa le ha hecho variar el rumbo.
AYMERIC LAPORTE
Tras comprobar en la convocatoria de marzo de este año que Sergio Ramos estaba «tieso», como se escuchó en Las Rozas aquel día, Luis Enrique metió a la Federación en la vorágine de nacionalizar por la vía rápida a Aymeric Laporte. De nuevo un impulso, una apuesta arriesgadísima pues, pese a la evidente valía del jugador, lo cierto es que en el City de Guardiola el año pasado jugó 15 partidos de titular de los 38 posibles en Liga y, además, había dicho «no» a esa opción en el pasado. Además, era (es) un central zurdo, y debía asentarse, en principio, junto a Pau Torres, también zurdo, una de las apuestas del técnico desde el inicio. Desde junio de este año, ha sido titular en los 11 partidos. Las rotaciones se las han administrado entre Pau Torres, Eric García (otra apuesta del técnico hoy algo devaluada) e Iñigo Martínez.
DANI OLMO
No puede estar en esta Liga de Naciones porque está lesionado, pero es uno de los fijos de Luis Enrique. Cierto que fue Robert Moreno, en su última aparición como seleccionador (noviembre de 2019) quien le hizo debutar, pero después, desde septiembre de 2020, Luis Enrique lo ha hecho suyo. Cuando fue citado por Moreno, Olmo jugaba en Croacia. Es decir, en una Liga muy secundaria. Su salto al Leipzig, que en el verano de 2020 llegó a semifinales de la Champions, le puso un poco más en el foco del gran público, pero este equipo alemán no deja de ser un secundario que, sin embargo, tiene a uno de los fijos para España.
FERRAN TORRES
El tipo con mejor promedio goleador que todos los grandes europeos en sus selecciones (12 en 21 partidos) es, igualmente, una apuesta de Luis Enrique. Se enamoró de él durante la temporada 19/20 en el Valencia, y cuando volvió al cargo de seleccionador lo convirtió en imprescindible. Igual que Guardiola en el City, le ve como delantero centro porque, pese a su velocidad y desborde, lo que más llama la atención es su facilidad para ver puerta, algo innato que justifica, por ejemplo, a ojos del entrenador, la ausencia de un 9 puro en esta lista. Ferran, al igual que el resto de sus compañeros, no era, en ningún caso, uno de esos nombres que la gente tenía en su cabeza. Pero…
GAVI – YEREMY PINO
El primero. Apenas 200 minutos en Primera. Apenas 17 años. Apenas 173 centímetros de estatura… Apenas, apenas, apenas… Apenas nada, debió pensar el asturiano, que ha tenido que lidiar con las críticas desde el pasado jueves hasta este miércoles, justo una semana, cuando el debutante más joven de la historia de España desplegó un fútbol en San Siro que acalló las voces en contra. «Es que da igual la edad que tenga, aquí no se mira el DNI», repite constantemente el alineador, que ha puesto en el chico del Barça esa dosis de locura que le acompaña en el banquillo. El segundo: una bala del Villarreal que, hasta esta llamada, cumple seis partidos como titular en Primera (es verdad que participó en 24 en la campaña 20/21). Tiene 18 años y también tiene pinta de que ha llegado para quedarse o, algo que le gusta mucho más a Luis Enrique, competir con Olmo y con Ferrán.
De esos 27 debutantes, la mayoría son muy jóvenes. Así es Luis Enrique y estas son sus (benditas) locuras. ¡Ah! Y una última frase de aquel 19 de julio de 2018.
-No creo que tenga que ser simpático.
También ha cumplido su palabra.