Domina los registros de goles, pases y disparos tras la primera vuelta, con el Sevilla como gran perseguidor en la clasificación
Transcurre el fútbol español entre la reposada marcha por las alturas del Real Madrid, la solitaria y firme persecución del Sevilla (a cinco puntos con un partido menos), los intentos de rebelión del Atlético y el Barcelona -«todo el mundo puede ir preparándose, hemos vuelto», agita Joan Laporta-, la bella irrupción barrial del Rayo de Iraola entre los gigantes de la industria, o la lucha por dejarse ver de una clase media cada vez más cargada de equipos.
El cierre de la primera vuelta de la Liga deja certezas estadísticas que justifican el liderato del Real Madrid de Carlo Ancelotti, tan determinante en las áreas como dominante en la zona ancha. Los blancos, más allá de que han disputado ya 20 partidos, han marcado más goles (41) que ningún otro equipo en el torneo: nueve más que el Betis (11 de las 32 dianas de los verdiblancos han sido obra de Juanmi), diez más que el Atlético y el Valencia (31), y 11 más que el Sevilla y el Barcelona.
Además, es el Real Madrid el tercer equipo que menos goles encaja (17). Tiene el meta Thibaut Courtois un notable porcentaje de acierto en las paradas del 75%. Aunque son los de Lopetegui, con bastiones en la retaguardia como Diego Carlos o Koundé, quienes mejor están cerrando su portería, excelentemente defendida por un Bono (79% de paradas) que marcha ahora a la Copa África junto a sus compañeros Munir y En-Nesyri. Apenas ha recibido el Sevilla 13 tantos en 19 partidos.
Destaca en el registro goleador Karim Benzema, que a sus 34 años y en la temporada post-Messi es el pichichi con 15 tantos, además de haber sumado once asistencias. Aunque ha tenido el francés un apoyo esencial en el que pocos confiaban: Vinicius Jr., la gran sensación hasta ahora del campeonato, ha corregido sus deficiencias en las zonas calientes aportando diez goles y cinco asistencias.
La producción ofensiva del Real Madrid, más allá de que Ancelotti no haya logrado resolver la ecuación del tercer delantero (Hazard comienza a dejarse ver), se traduce en su liderazgo en los disparos. Con 126 supera a ese atractivo Betis (102) al que Pellegrini ha convertido en candidato a la Champions. También al Barcelona (91), que ha penalizado su ataque de mínimos tras las salidas de Messi y Griezmann, las lesiones de Ansu Fati y Braithwaite, la retirada de Agüero, la irregularidad de Dembélé o la escasa confianza en Luuk de Jong, inesperado héroe en Mallorca. El fichaje de Ferran Torres y la esperanza en incorporar cuanto antes a Álvaro Morata deberían ayudar a resolver las carencias. El Barça, por cierto, es el equipo de la Liga que más goles ha marcado de cabeza (siete), lo que apunta a la necesidad de otro tipo de registro.
XAVI Y LA POSESIÓN
Si bien ese Barcelona adolescente en el que Gavi o Nico González se han hecho imprescindibles en el centro del campo para que su equipo continúe dominando la posesión (es líder con el 64% a la espera de volver a hacer hueco al lesionado Pedri), la eterna trinidad del Real Madrid (Casemiro, Kroos y Modric) ha propiciado que el grupo de Ancelotti sea quien más pases realiza (11.956) y con el mejor porcentaje de acierto (88,95%). Justo por detrás queda el Barça (11.299 pases, con un acierto del 88,23%), a quien Xavi Hernández trata de inculcar las bondades del juego de posesión tras el despido de Ronald Koeman.
Sorprende la inconsistencia del Atlético de Simeone (22 goles encajados, los mismos que el Barça), debilidad que se ha llevado por delante al meta Oblak (50%de éxito en las paradas). Tampoco ha sabido aprovechar el Atlético la abundancia de delanteros. Simeone, eso sí, es el entrenador de Primera que menos jugadores ha empleado en esta primera vuelta (22), muy lejos de los 33 que ha utilizado el Barça o los 29 de ese Espanyol que continúa explotando su cantera.
José Bordalás, mientras, ha logrado imponer su sello en un Valencia que, pese a sus vaivenes, todo lo compite. No es poco. Es el equipo que más faltas hace (309), pero también quien más recibe (301). Lidera también la estadística de tarjetas amarillas (65, siete más que ese Getafe al que Quique Sánchez Flores ha resucitado) y también la de las expulsiones (cuatro, como el Levante y el Mallorca).
Quien quizá ya no tenga remedio es el Levante, atrapado en la cola de la clasificación y que ha cerrado la primera vuelta encajando 41 goles (2,15 tantos en contra por encuentro) y sin haber ganado un solo partido.
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